Juegan, ríen, corren sin cansancio, dibujan historias
en papeles transparentes, vuelan tocando el piso,
moviendo sus brazos en búsqueda de un cielo cercano,
inventan, crean universos paralelos sobre cuerpos
diminutos, que ven crecer una fisonomía que no los
separa de sus aventuras, buscando barriletes sin hilos
que los lleve a nubes de caramelos, a sueños en donde
la infancia se tome una siesta sobre juguetes gastados.
Bailan, hacen marionetas de esos cuerpos indefensos,
héroes en capas robadas del tendal de la madre, cosquillas que muestran dientes de leche,
gigantes pequeños que todo lo pueden, que abrazan los
continentes con sonrisas contagiosas, buscando reparo
en los brazos de los grandes, aprendiendo a superar el
miedo, tomando el coraje para crecer despacio, queriendo
sacar las rueditas de la bici para mostrar cuánto han
crecido, aunque se sigan viendo tan chiquitos.
Alegrías, disfraces de ocasión que sólo buscan esconderlos,
para asustarnos ante un ruido que descubra sus voces infantiles,
jugando a ser grandes en los trajes de papá,
trazando caricaturas con crayones de mamá, buscando reparo en un hermano, el más grande, el molde al que buscan llegar sabiendo
que serán diferentes, pero que con tan sólo imaginarlos les confiesan cuánto lo idolatran.
Juegan, ríen, saltan barreras
alejados de una maldad que no conocen, cercano a los ojos de quienes envidian
sin daño, tratando de perdirle al tiempo un regreso hacia una infancia
pasada, vividas en calles de tierra, que nos deje sobre bicicletas
compartidas, desnudando nuevos sueños postergados, queriendo ser chicos
aun de grandes, vistiéndonos con el traje de papá, pintando con las
cosas de mamá.. buscando el tesoro, el premio que alivie una madurez
no tan madura, tratando de ser niños... aunque nos vean como grandes.
autor Nicolás (BY NGR) argentino, de Bahía Blanca.
1 comentario:
¡Qué hermoso Ali! a pesar de mi edad también festejé y hasta tuve regalito faaaaa. Me encantó la lectura que elegiste.
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